Suicidio fake Mayo 2018 | |
“Intuía que había jugado con algo sagrado” |
El otro día leí una esquela en Facebook que resultó ser una nota de suicidio. De un falso suicidio. En el muro de Eme, desde su perfil, se publicó un texto que parecía escrito por una tercera persona con la intención de dar de baja su alma de Internet: "Comunicamos a todas las personas que alguna vez han estimado a Eme su deceso. Por su propio deseo, Eme ha muerto". Al parecer, Eme no había podido soportar "tanta mezquindad, ruindad y egoísmo" en el mundo. El post terminaba con su nombre completo escrito en mayúsculas, su año de nacimiento y defunción, y un epitafio: "Su mayor deseo fue vivir". Las esquelas se parecen mucho a los diplomas, quizá por eso nos las creemos sin rechistar. Pero en las redes sociales los comunicados funerarios carecen de esa estética solemne y enmarcada, y las interpretaciones posibles se multiplican. Mi primera reacción tras leer la esquela de Eme fue abrir su chat y preguntar si lo que había leído era real. Inmediatamente alguien respondió "sí" y sentí un escalofrío. Eme suicidándose: era verosímil. Me asusté, me erguí en la silla y empecé a preguntarme quién era entonces la persona que había al otro lado del chat y por qué me había contestado tan rápido. "¿Puedo preguntar qué ha ocurrido?", escribí con un temblor. Habían encontrado a Eme en su casa. "Soy su albacea. Sólo necesitaba amistad, cariño. Estaba muy solo. Le hubiera gustado conocerte mejor". Esa última frase me sonó a lobo feroz y sospeché como sospechó Caperucita justo antes de ser devorada. ..................
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