Pateras Arriba Sept 2017 | |
“Hay cotidianas devoluciones en caliente” |
Se tiraron al mar como quien escapa a tierra de nadie. No saben nadar porque jamás las llevaron de niñas a un cursillo de natación, como hacemos aquí con nuestras pequeñas más queridas. Eran del Congo. Sus jóvenes cuerpos acabaron, hinchados, en la morgue del hospital marroquí El Hassani, en Nador. Todos sus sueños se ahogaron. Donde dice sueños debemos leer un simple horizonte en el que el miedo, la miseria y la violencia se vean desde el otro lado. Sueños que fueron huida, supervivencia, derrota. Oscuridad anterior y oscuridad final. Las siete mujeres ahogadas eran negras. |